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La maloclusión es una de las principales razones por las que llevar ortodoncia. Se trata de una afección que se produce cuando los dientes de arriba no encajan con los de abajo, impidiendo que se pueda cerrar la boca correctamente, sin que este gesto genere molestias o incluso dolor.
Y, dentro de la maloclusión, hay que diferenciar tres tipos de mordida, ya que en función de si se trata de mordida abierta, cruzada o sobremordida, habrá que optar por una solución u otra. En cualquier caso, la maloclusión se puede corregir con un tratamiento de Invisalign.
Mordida abierta con Invisalign
La mordida abierta con Invisalign es perfectamente tratable, de hecho, es la mejor solución cuando se trata de un tratamiento de ortodoncia invisible.
Cuando hablamos de mordida abierta, nos referimos a cuando los dientes del maxilar superior e inferior no encajan entre ellos de forma natural.
Sobremordida con Invisalign
Así mismo, Invisalign también puede solucionar la sobremordida, que es el problema de oclusión en el que los dientes anteriores de la arcada superior sobrepasan en la mordida más de la mitad en altura de los dientes inferiores. En los casos más severos, es posible que los dientes frontales del maxilar, incluso lleguen a tapar los dientes de la mandíbula completamente.
Mordida cruzada con Invisalign
Y por último, también son muchos los pacientes que solucionan la mordida cruzada con Invisalign. También conocida como mordida invertida, es el tipo de maloclusión más habitual, que se caracteriza porque los dientes en el maxilar superior se encuentran por detrás de los dientes del maxilar inferior.